Muchas personas piensan en vender pero no saben a que precio ofrecer su inmueble, y surge la pregunta:
¿Cuánto vale mi casa?
La respuesta es subjetiva, ya que muchas personas realizan mejoras e invierten en sus propiedades, algunos han hecho ampliaciones o mejoras estructurales o de equipamiento, de diversos tipos, o que también le suman valor cuando han vivido muchos años en el mismo lugar, le otorgan un “cariño” sentimental a los inmuebles, pero todo ese romanticismo hay que llevarlo a la realidad haciendo una comparación con los precios de mercado real para cada sector particular. Desde allí debemos entender que una tasación es básicamente un informe que mide diversos factores de la ciudad, equipamiento, servicios, y de la misma propiedad en cuanto su arquitectura, diseño y construcción. Estos factores se ponderan y posicionan a la propiedad dentro de un sistema de mercado inmobiliario asignándole un precio esperado.
Una vez realizada la evaluación, obtendremos el valor de la propiedad, un valor que estará dentro de un rango de precios posibles y en definitiva, el precio final, será un valor que fijará el vendedor y en ocasiones, se fijará de mutuo acuerdo entre comprador y vendedor.
Es importante conocer el valor real de la propiedad al momento de decidir vender ya que así podemos posicionar nuestra propiedad dentro del rango esperado para el tipo de inmueble y su ubicación, de modo de hacer atractiva la propuesta precio/calidad a los clientes interesados en comprar.